domingo, 20 de julio de 2008

LA SOLEDAD



La soledad es una ingrata a la que se le va agarrando el gusto, con un alto riesgo de parar totalmente enamorados de ella. La soledad es un hotel que no es de nadie. es una cama que no es mia, es despertarse a las tres de la mañana y no saber donde esta el baño. La soledad soy yo.
La soledad es la gota de agua en la llave del baño que dejaste prendida y no quieres apagar por no sentirte solo. La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza que hace que nos encontremos con nosotros mismos para poder valorar a los demas. La soledad es un espejo que no miente.
La soledad son ese monton de sonidos que no escucha nadie pero hacen demasiado ruido. La soledad soy yo en compañia del pasado. La soledad es un beso que se desperdicia en la almohada, el ver la sombra y la silueta de alguien que ya no esta. La soledad es una malvada, insoportable y maravillosa que me gusta, no se bien por que.
La soledad es entender, por fin, que no hay mejor compañia que la soledad. Es el velorio de un dia que se fue. Es dejar de estar haciendo nada, prepararte, vestirte, abrir la puerta, salir, para seguir haciendo lo mismo. La soledad es la compañera, la del miedo, la de los futuros inciertos, la del camino, la busqueda ....la soledad.

R. Arjona

lunes, 7 de julio de 2008

CUADRICULANDO


Odio esta mania mia de tener que catalogar los sentimientos. Necesito ponerles nombre, encajarlos en mi cuadricula personal.
Pero contigo no puedo, no soy capaz. Saltas de una cuadricula a otra con la destreza que demuestras para casi todo lo demas.

Creo que en un momento de mi llegue a amarte, pero una noche en tu casa, con nuestro primer brebaje magico, diste un salto mortal y cambiaste de cuadro. Y ahora caminas alrededor de el, paseas, te alejas, lo pisas un segundo, te vuelves a ir.

Y asi va pasando el tiempo, y cada dia te quiero mas, y cada noche te extraño un poquito menos, porque tu hueco lo va llenado la sensacion de saber que poco a poco me necesitas, las miradas de complicidad cada dia mas habituales, cada una de las causalidades que vivimos juntos, y las que nos contamos.

Y vienes y me preguntas si alguna vez desee que me amases, y yo no se que contestar.
Y te acercas por la espalda y me preguntas si te extraño. Si, bebe, hace siglos.