
Odio esta mania mia de tener que catalogar los sentimientos. Necesito ponerles nombre, encajarlos en mi cuadricula personal.
Pero contigo no puedo, no soy capaz. Saltas de una cuadricula a otra con la destreza que demuestras para casi todo lo demas.
Creo que en un momento de mi llegue a amarte, pero una noche en tu casa, con nuestro primer brebaje magico, diste un salto mortal y cambiaste de cuadro. Y ahora caminas alrededor de el, paseas, te alejas, lo pisas un segundo, te vuelves a ir.
Y asi va pasando el tiempo, y cada dia te quiero mas, y cada noche te extraño un poquito menos, porque tu hueco lo va llenado la sensacion de saber que poco a poco me necesitas, las miradas de complicidad cada dia mas habituales, cada una de las causalidades que vivimos juntos, y las que nos contamos.
Y vienes y me preguntas si alguna vez desee que me amases, y yo no se que contestar.
Y te acercas por la espalda y me preguntas si te extraño. Si, bebe, hace siglos.
5 comentarios:
Lo bueno de la vida es que aprendemos constantemente. A vivir de otras maneras, ya sabes. Quizá necesites siempre un trozo de cuadrícula, pero creo que estás aprendiendo a emborronar sus colores, a difuminar algunas de sus líneas. Quién sabe si tu cuadrícula tiene bordes, si es infinita, si en la esquinita de arriba a la izquierda resulta que se vuelve redonda, o azul??
Sigue viviendo. Y sigue pintando.
¿Y lo divertido que es saltarse los límites?
¿Quién dijo que hay que quedarse donde a cada uno le toca?
A lo mejor ha llegado la hora de que rompas tus barreras, cielo.
un abrazo
Yo creo q t quiere
Si Don Bow, yo tambien empiezo a creerlo, pero como a una hermana, una amiga, una compañera. Y aunque eso es muy bonito, por momentos me gustaria algo mas.
Publicar un comentario