martes, 30 de octubre de 2007

CAMINAR EN OTOÑO



OTOÑO


En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario



Me encantaba el otoño, me hacia sentirme bien, me daba fuerzas para seguir. Pero esta vez es distinto, no se que es lo que pasa, no se que es lo que me pasa, pero estoy cansada.

Se que hay un camino a seguir, se cual es el que he elegido, pero me cuesta andar, mis piernas no me hacen caso, y poco a poco mi cabeza se duerme tambien.
No consigo terminar nada de lo que me propongo, a veces ni siquiera lo empiezo.

Si, ya lo se, no estoy sola, y eso ayuda, es solo que estoy cansada.

5 comentarios:

Eli dijo...

Es muy difícil ser racional y consecuente con nuestras decisiones, cariño. Quizá ahí esté el verdadero heroísmo.
Pero tampoco pasa nada por demostrar un poco de debilidad alguna vez. Piensa que ese es el regalo que nos haces a los que te queremos y tratamos de ayudarte.
Y por si sirve de algo, millones de besos.

Alberich dijo...

CANSADO DE PALABRAS
de Luis F.Vivanco.

Cansado de palabras (y también de silencios).
Cansado de evidencias (y también de misterios).
Tu horizonte está lejos, y en él cada simiente
viva, cada minuto sensible de distancias.

¡Qué bien estás, Señor, alrededor de cada pueblo!
Tú, ¡qué bien! , ¡Y qué bien yo, si una tarde nos une
con rojas arenarias y botones azules,
y una yunta, y un perro que ladra, y algún pájaro!
¡Qué bien se está, Señor, con distancias de campo pujanza
y colores activos levemente ondulando!
¡Qué bien se está, Señor, y qué poco hace falta!
(Las casas, tan pegadas a la tierra, y la entrega, tan alta.)

Cansado de ser otro (tal vez de ser yo mismo),
me entregaré a las cosas que no ambiciona nadie
para ignorar con ellas, libre de otros dominios.
Sólo tuya, Señor, la realidad del mundo
(y la palabra viva que se acerca y reduce
su exceso de conciencia para ser algo tuyo).

Cansado de lecciones (y de imaginaciones),
quiero andar por la vía del tren, por el paisaje
que se opone a los sitios pintorescos, se aleja
del pueblo sin más bienes que su cielo y su fuerza.
Allí he crecido en años de secreto abandono
que fueron las raíces de un ramaje sonoro.
Y allí Tú te abandonas a tu mejor pobreza.

Guaja dijo...

Claro que sirve Eli, y mucho. Un millon de gracias.

Al, precioso el poema, no podia ser menos. ;)

Anónimo dijo...

Churriiii!!! yo te llevo en brazos vale?

Un beso

Marechek

Lenka dijo...

A veces nos falla hasta el otoño. Pero dale tiempo. Si de algo entienden las estaciones es de eso. De tiempo.

Mil besos, mil lunas, mil bosques dorados para ti.