viernes, 29 de febrero de 2008

CERRAR


Tengo la impresion de que por fin voy a poder cerrar una etapa de mi vida.

Voy a volver a Argentina, voy a ver a mi padre y a decirle todo lo que debo. Y hacer que se de cuenta de que su hija es una gran persona, independiente, con confianza en si misma y capaz de cualquier cosa que se proponga. Y he logrado ser asi sin su ayuda, sin contar con el, y con su sombra constantemente sobre la cabeza, poniendolo todo un poco mas dificil.
No pretendo hacerle daño, y si se lo hago tendra que aprender a vivir con ello, y superarlo. Si yo he podido el no sera menos, al fin y al cabo es mi padre.

Durante años no entendi como aquel hombre no era capaz de mandarme ni una triste carta, por que no venia a verme, cual era la razon de que nunca cumpliese las promesas que me hacia la unica vez al año que hablabamos por telefono, mientras me juraba que yo era lo mas importante que tenia en el mundo.

Ahora, despues de tanto tiempo, me voy a poner delante de ti y te voy a mirar a los ojos. No va a hacer falta que te diga nada (otra de las cosas que no sabes sobre mi es que tengo una mirada muy expresiva, tal vez demasiado), no te voy a preguntar por que, simplemente voy a mirar esos ojos azules que ya casi no recuerdo, y sentime feliz al comprobar que ya no tienes capacidad para hacerme daño, que la has perdido.

Cuando seas consciente de esto entenderas que, en el futuro,solo quedan dos opciones: que me olvie de tu existencia casi por completo, o que empieces a hacer algo para que yo pierda el panico que tengo a volver a quererte.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Va a ser difícil, eso seguro, pero confío en tu fuerza para pasar ese momento. No te quedes con las ganas de decirle lo que sientas, porque difícilmente tendrás otra oportunidad tan buena como ésa, cara a cara, y luego te arrepentirías de no haberlo dicho.

Tienes todo mi ánimo desde la distancia. Y mil abrazos

Alberich dijo...

Eres una de las personas más valientes que conozco.Y más sinceras.Y más sensibles.
Se que harás bien todo lo que te propongas.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Haz lo que te dicte el corazón. Un abrazo enorme y mucha fuerza. Carlota.

Lenka dijo...

No tengas miedo a quererle, Lo. Parece absolutamente imposible, pero te aseguro que hasta se consigue querer a algunas personas y que, aun así, no puedan hacerte daño. Se consigue cuando te plantas delante y piensas: "eres así, no vas cambiar, las cosas son como son. Bien. Pues yo soy tan generosa y tan capaz, que voy a quererte igual. Te asumo, y es más, te quiero. Por pura nobleza, ya ves. Y te querré hagas lo que hagas, con la ventaja de que, como te asumí, nada de ti podrá sorprenderme ni herirme."
Es un estado muy sutil que te mantiene firme, te mantiene en paz, te mantiene a salvo, y ni te hace caer en la gilipollez absoluta, ni en la resignación conformista, ni siquiera te debilita. Va más allá de eso. Es algo como: "esta persona es así, lo tengo claro, llega hasta aquí y no da más. Y como el odio es cansino y chungo y la indiferencia es muy fría, pues voy toda chula y lo quiero. Y lo quiero hasta aquí."
Eres muy capaz de eso. Sé que puedes quererle y guardarte la llave. Vaya que si puedes. Y si no te sale quererle, Lo, no le quieras. Todo lo que sientas o no sientas por él, te es totalmente lícito. Habla o calla, haz lo que quieras para quedarte en paz tú. Tienes todo el derecho.
Un abrazo, brava.

Guaja dijo...

Muchas gracias por los animos.

Alberich, Len, me habeis hecho llorar.

Kaken dijo...

Creo que Lenka ha dado en el clavo.
Queremos a los demás, punto. Los problemas surgen cuando no queremos querer alguna parte de ellos.
Hasta el dolor más profundo puede tener su explicación, el miedo, por ejemplo, nos hace cometer tantas tonterías...tantas como el amor...
Un beso, mi Guajilla.